miércoles, 16 de mayo de 2012

Políticas de identidad


A nivel teórico, los conflictos étnicos que pueden tener características fundamentalistas, identitarias y nacionalistas no encajan fácilmente en los modelos analíticos tradicionales de los estudios de los conflictos o de la sociología del cambio y el desarrollo. Teniendo en cuenta que estos conflictos étnicos se dan a nivel nacional o internacional y son objetos de una homogenización universal como veremos más adelante.

Durante décadas, el llamado paradigma de la "modernización" dominó el pensamiento en las ciencias sociales y, según este punto de vista, el proceso de cambio social va de lo tradicional hacia lo moderno, de lo simple a lo complejo, del "particularismo" al "universalismo". En este marco, los problemas étnicos pertenecen al mundo "particularista" o premoderno, y se dejan de lado en el proceso de modernización. Si se plantean, son considerados como "obstáculos al cambio" o si no como una consecuencia de una "modernización incompleta", y por ende de menor importancia para el teórico. Del mismo modo, las teorías de la "construcción de las naciones" ponen de relieve el carácter global de la transformación de las unidades y lealtades subnacionales en el seno de una entidad política más amplia. Una vez más los problemas étnicos pueden ser considerados como obstáculos en un proceso evolutivo más amplio y que en nuestros días y en materia de relaciones internacionales se refiere conocemos como occidentalización.

Los grupos étnicos, así definidos, también pueden ser considerados como pueblos, naciones, nacionalidades, minorías, tribus, o comunidades, según los distintos contextos y circunstancias. A menudo se identifica a los grupos étnicos en función de sus relaciones con grupos similares y con el Estado. De hecho, muchos conflictos étnicos en el mundo obedecen a problemas surgidos a raíz de los cambios en la posición de un grupo étnico dentro del marco social más amplio. Procedamos ahora a identificar dos tipos de situaciones que suelen producirse en todo el mundo:
Grupos étnicos dentro de un Estado que se autoidentifica como multiétnico o multinacional.
Alguno de los muchos ejemplos que podemos encontrar en el mundo son los de La Rebelión de la India de 1857, como se la conoce en la India o, como algunos historiadores la llaman también, Motín de la India o Rebelión de los Cipayos.

La rebelión de los indios tuvo diversas causas: religiosas, sociales, políticas y económicas. Los cipayos hacía tiempo que venían acumulando animadversiones contra la Compañía Británica de las Indias Orientales, principalmente por las diferencias étnicas entre los oficiales británicos y las tropas indias.
Por otra parte, los indios no veían con buenos ojos la rápida ocupación de territorios por parte de la Compañía y la introducción de costumbres occidentales que dicha ocupación conllevaba, así como las conversiones de indios al cristianismo. Otro agravio fue la ilegalización de ciertas costumbres religiosas, tanto hindúes como musulmanas, las cuales se consideraban poco civilizadas por parte de los británicos. Por ejemplo, los británicos abolieron el matrimonio entre niños, el Sati (la cremación de las viudas en las piras funerales de sus fallecidos esposos) y el infanticidio de las niñas. Muchos de los esfuerzos de la Compañía Británica de las Indias Orientales se veían con desconfianza. Por ejemplo, la primera locomotora que arrancó de Bombay en 1850 se consideraba como un demonio por parte de los hinduistas. No obstante también había reformistas indios, muy notablemente Raja Ram Mohan Roy, que eran la verdadera fuerza detrás de estas reformas.

El sistema judicial, como era de esperarse en un régimen de ocupación extranjera, era injusto para los indios. El llamado Libro Azul que fue presentado ante la Cámara de los Comunes en 1856 y 1857 reveló que a los oficiales británicos se les otorgaba una serie de prerrogativas de apelación al ser acusados de brutalidad o de crímenes contra los indios.

Pero estos sucesos que tiene ya cerca de 150 años de haber ocurrido tienen eco en nuestros días y son  primordiales en  las grandes potencias occidentales y occidentalizadas evocando derechos democráticos que rigen dichas civilizaciones.

Oriente medio y varios países de África  no son la excepción a la universalización de la democracia (ya hemos visto como estos principios han tocado países como Egipto, Libia, entre otros) que son impuesta o tratan de imponer sobre todo los E.U y Europa. Evocando los  principios y derechos de la democracia se han desatado numerosas guerras para la humanización de esos lados del mundo y la consolidación del orden mundial en todo el globo.

Como se entiende en el texto del profesor Giraldo, tenemos como occidentales una posición occidentalizada de las cosas y del deber ser de los sistemas de gobierno y de las libertades del hombre. Es así como muchos de nosotros condenamos ciertas prácticas  que se realizan en diversos países que en nuestra concepción del derecho son injustas e inhumanas.

A medida que los principales conflictos ideológicos del siglo XX se difuminan en el horizonte, los conflictos de identidad y de valores, es decir, los conflictos étnicos de fondo, adquirirán sin duda mayor relevancia es así como La comunidad internacional, y en particular las organizaciones multilaterales de carácter regional y universal deben hacer frente al desafío que plantean los grupos étnicos en conflicto.



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